¿Por qué se administra fsh y lh a mujeres que se someten a un tratamiento de FIV?
Estimulación ovárica: El objetivo principal de la FIV es recuperar múltiples óvulos maduros de los ovarios para aumentar las posibilidades de una fertilización exitosa. La FSH y la LH se utilizan para estimular el crecimiento y desarrollo de múltiples folículos, cada uno de los cuales contiene un óvulo inmaduro. La FSH estimula específicamente el crecimiento de los folículos actuando sobre los receptores de los ovarios. La LH, por otro lado, favorece el crecimiento folicular y desencadena la ovulación (la liberación de óvulos maduros de los ovarios).
Hiperestimulación Ovárica Controlada (COH): En la FIV, los médicos utilizan la hiperestimulación ovárica controlada (COH) para maximizar la cantidad de óvulos recuperados. Se administran FSH y LH para inducir el crecimiento y desarrollo de múltiples folículos, lo que conduce a la producción de varios óvulos maduros. Esto aumenta la probabilidad de fertilizar varios óvulos, lo que resulta en una mayor probabilidad de implantación y embarazo exitosos.
Momento de la ovulación: El momento preciso de la ovulación es crucial para un tratamiento de FIV exitoso. La LH desempeña un papel vital en el desencadenamiento de la ovulación, que debe sincronizarse con el proceso de recuperación de óvulos. Al monitorear cuidadosamente los niveles de LH y administrarla en momentos específicos, los médicos pueden predecir y controlar con precisión el momento de la ovulación, asegurando la recuperación de óvulos maduros en la etapa óptima para la fertilización.
Sincronización con la recogida de esperma: La administración de LH ayuda a sincronizar el proceso de ovulación con la recolección de esperma de la pareja masculina. Al controlar el momento de la ovulación a través de la LH, los médicos pueden coordinarla con la recolección de espermatozoides, asegurando que haya espermatozoides viables disponibles para la fertilización en el momento adecuado.
Personalización del tratamiento: Las dosis de FSH y LH se adaptan cuidadosamente en función de las características individuales de cada paciente, como la edad, la reserva ovárica y la respuesta a tratamientos de fertilidad anteriores. Esta personalización garantiza que cada paciente reciba la dosis adecuada para estimular el crecimiento del folículo de forma eficaz y optimizar sus posibilidades de éxito en el tratamiento de FIV.
Es importante señalar que la FSH y la LH se administran bajo la estricta supervisión de un especialista en fertilidad. Se realiza un seguimiento detallado de los niveles hormonales, exámenes de ultrasonido y análisis de sangre para seguir de cerca la respuesta del paciente y ajustar las dosis en consecuencia. Este seguimiento cuidadoso minimiza el riesgo de efectos secundarios y garantiza las condiciones óptimas para un tratamiento de FIV exitoso.