¿Puede una enfermedad autoinmune causar amemia?

Sí, una enfermedad autoinmune puede provocar anemia. Las enfermedades autoinmunes se caracterizan porque el sistema inmunológico ataca por error los propios tejidos y órganos del cuerpo. Cuando el sistema inmunológico ataca a los glóbulos rojos, puede provocar anemia hemolítica. La anemia hemolítica es una afección en la que los glóbulos rojos se destruyen más rápido de lo que el cuerpo puede producirlos. Esto puede provocar una escasez de glóbulos rojos, lo que puede provocar síntomas como fatiga, debilidad, dificultad para respirar y piel pálida.

Algunas enfermedades autoinmunes que pueden causar anemia hemolítica incluyen:

* Anemia hemolítica autoinmune cálida (WAIHA) Es un tipo de anemia en la que los glóbulos rojos son destruidos por anticuerpos en la sangre. Los anticuerpos se adhieren a los glóbulos rojos y los marcan para que el bazo los destruya. WAIHA puede ser idiopática (de causa desconocida) o secundaria a otra afección, como linfoma, lupus o artritis reumatoide.

* Enfermedad por aglutininas frías (EAC) Es un tipo de anemia en la que los glóbulos rojos son destruidos por anticuerpos que se activan con las bajas temperaturas. La EAC puede ser idiopática o secundaria a otra afección, como la infección por Mycoplasma pneumoniae o el virus de Epstein-Barr.

* Hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN) Es un tipo raro de anemia en el que los glóbulos rojos son destruidos por el complemento, una parte del sistema inmunológico. La HPN es causada por una mutación genética que afecta la producción de glóbulos rojos.

El tratamiento de la anemia causada por una enfermedad autoinmune normalmente implica tratar la enfermedad autoinmune subyacente. El tratamiento puede incluir medicamentos para inhibir el sistema inmunológico, como corticosteroides o fármacos inmunosupresores. En algunos casos, pueden ser necesarias transfusiones de sangre para reponer los niveles de glóbulos rojos.