¿Por qué la tuberculosis es una enfermedad tan grave hoy en día?

Si bien la tuberculosis (TB) sigue siendo una enfermedad grave, se han logrado avances significativos en su control. He aquí por qué la tuberculosis sigue siendo una preocupación hoy en día:

Transmisión persistente: La tuberculosis se transmite a través de gotitas en el aire cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Los contactos cercanos de personas infectadas tienen un mayor riesgo de contraer la enfermedad. Es más probable que la transmisión de la tuberculosis ocurra en espacios abarrotados, mal ventilados o en áreas con acceso limitado a la atención médica.

Resistencia a los medicamentos: La aparición de cepas de tuberculosis resistentes a los medicamentos plantea un desafío importante. Cuando las bacterias de la tuberculosis desarrollan resistencia a los antibióticos de uso común, la enfermedad se vuelve más difícil y costosa de tratar. La tuberculosis multirresistente (TB-MDR) y la tuberculosis extremadamente resistente (TB-XDR) requieren regímenes de tratamiento más prolongados e intensivos.

Sistemas inmunológicos debilitados: La tuberculosis afecta particularmente a personas con sistemas inmunológicos debilitados. Las personas que viven con VIH, desnutrición, diabetes u otras enfermedades crónicas son más vulnerables a desarrollar tuberculosis. La inmunosupresión puede hacer que la tuberculosis sea más difícil de detectar, diagnosticar y tratar de forma eficaz.

Estigma y conciencia limitada: La tuberculosis conlleva un estigma en algunas comunidades, lo que lleva a la discriminación contra las personas afectadas. El estigma puede disuadir a las personas de buscar un diagnóstico y tratamiento oportunos, lo que contribuye a la transmisión continua de la enfermedad. Además, concienciar al público sobre la tuberculosis sigue siendo crucial para fomentar medidas preventivas y la detección temprana.

A pesar de los desafíos, se están realizando importantes esfuerzos a nivel mundial para controlar la tuberculosis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado objetivos para reducir las tasas de incidencia y mortalidad de la tuberculosis. Las mejoras en el diagnóstico, la investigación sobre vacunación y los mejores mecanismos de vigilancia contribuyen a la lucha contra esta enfermedad persistente. Con compromiso y colaboración continuos, se están logrando avances hacia la erradicación de la tuberculosis.