¿Cómo se trata la listeriosis materna y congénita?
En casos de infección grave o cuando no se tolera la ampicilina, se pueden utilizar otros antibióticos, como gentamicina o trimetoprim-sulfametoxazol. Para las mujeres embarazadas, es importante iniciar el tratamiento con antibióticos lo antes posible después del diagnóstico de infección por Listeria para reducir el riesgo de complicaciones y resultados adversos tanto para la madre como para el feto.
En los casos de listeriosis congénita, en los que la infección se ha extendido al feto o al recién nacido, el tratamiento antibiótico inmediato es fundamental. Se administran antibióticos al bebé, generalmente por vía intravenosa, para combatir la infección. Se proporciona al bebé una estrecha vigilancia y atención de apoyo, incluida asistencia respiratoria si es necesario. El diagnóstico temprano y la terapia antibiótica inmediata pueden mejorar significativamente las posibilidades de un resultado exitoso para el bebé.