La gripe porcina no es una enfermedad viral transmitida por los alimentos. Es una enfermedad respiratoria causada por el virus de la influenza A (H1N1) que se transmite de persona a persona al toser y estornudar. El virus también se puede propagar a través del contacto con superficies u objetos infectados, como pomos de puertas o encimeras. La gripe porcina puede causar una variedad de síntomas, que incluyen fiebre, escalofríos, dolor de garganta, secreción nasal, tos, fatiga y dolores corporales. En casos graves, la gripe porcina puede provocar neumonía y la muerte.