¿Signos de embarazo falso en perros?

El embarazo falso, también conocido como pseudociesis, es una condición que ocurre en las perras cuando muestran signos y síntomas de embarazo aunque en realidad no lo estén. Este fenómeno es causado por un desequilibrio hormonal, que puede ser desencadenado por diversos factores como cambios en los niveles hormonales, estrés o condiciones médicas. A continuación se muestran algunos signos y síntomas de embarazo falso en perros:

1. Comportamiento de anidamiento:

- La perra puede empezar a juntar mantas, almohadas u otros materiales suaves para crear un "nido" en preparación para el parto.

- Pueden volverse inquietos, reorganizando frecuentemente el nido o llevando objetos al lugar elegido.

2. Cambios en la glándula mamaria:

- Las glándulas mamarias pueden agrandarse y producir leche o un líquido lechoso, aunque no haya cachorros que amamantar.

3. Aumento de peso:

- El perro puede experimentar un aumento de peso, que muchas veces se debe a la retención de líquidos y a cambios en los niveles hormonales.

4. Cambios de comportamiento:

- El falso embarazo puede provocar cambios importantes en el comportamiento de una perra.

- Pueden volverse más afectuosas, pegajosas y protectoras, como si se estuvieran preparando para la maternidad.

- Algunos perros también pueden mostrar una mayor irritabilidad o comportamientos de anidación.

5. Síntomas físicos:

- El embarazo falso puede imitar los síntomas físicos del embarazo real, como náuseas matutinas, letargo y falta de apetito.

- En casos graves, la perra puede incluso sufrir contracciones similares al parto sin dar a luz a ningún cachorro.

6. Ciclo de estro prolongado:

- Las perras que experimentan una preñez falsa pueden tener un ciclo de celo prolongado, que es la fase del ciclo reproductivo en la que son receptivas al apareamiento.

- Esto puede durar varias semanas más que un ciclo de estro típico, lo que provoca signos y síntomas persistentes.

Es importante tener en cuenta que el embarazo falso puede provocar molestias tanto físicas como psicológicas a la perra. Si bien generalmente se resuelve por sí solo en unas pocas semanas, se recomienda atención veterinaria para descartar cualquier afección médica subyacente y brindar atención de apoyo. Si los síntomas persisten o si el comportamiento del perro se vuelve preocupante, es fundamental buscar ayuda profesional de un veterinario.