¿Qué sucede cuando se altera la capa mucosa que protege el estómago?
1. Reflujo ácido :La capa mucosa actúa como una barrera para evitar que el ácido del estómago entre en contacto con el delicado revestimiento del estómago. Sin la capa mucosa, el ácido del estómago puede regresar al esófago, provocando acidez de estómago, reflujo ácido y posible inflamación del esófago.
2. Gastritis :La alteración de la capa mucosa expone el revestimiento del estómago al ácido del estómago y a las enzimas digestivas, lo que provoca inflamación y gastritis. Los síntomas de la gastritis pueden incluir dolor abdominal, náuseas, vómitos e hinchazón.
3. Úlceras pépticas :La inflamación crónica y el daño al revestimiento del estómago debido a la alteración de la capa mucosa pueden provocar la formación de úlceras pépticas. Son llagas abiertas que se desarrollan en el revestimiento interno del estómago o en la parte superior del intestino delgado. Las úlceras pueden causar dolor abdominal, sangrado y malestar.
4. Mayor susceptibilidad a las infecciones :La capa mucosa contiene sustancias antimicrobianas que ayudan a proteger el estómago de infecciones causadas por diversas bacterias y virus. La alteración de esta capa debilita los mecanismos de defensa del estómago, haciéndolo más susceptible a infecciones y crecimiento excesivo de bacterias.
5. Malabsorción de nutrientes :La capa mucosa también ayuda en la absorción de nutrientes de los alimentos. Cuando la capa mucosa se ve comprometida, la absorción de nutrientes puede verse afectada, lo que provoca deficiencias y una posible desnutrición.
6. Reacciones autoinmunes :En algunos casos, la alteración de la capa mucosa puede desencadenar una respuesta autoinmune en la que el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error el revestimiento del estómago. Esto puede resultar en una condición autoinmune crónica conocida como gastritis autoinmune.
Es importante mantener la integridad de la capa mucosa para garantizar la salud general y el correcto funcionamiento del estómago. Varios factores, incluidos ciertos medicamentos (como los antiinflamatorios no esteroides), el consumo crónico de alcohol, las infecciones bacterianas (como H. pylori) y el estrés, pueden alterar la capa mucosa y provocar problemas estomacales.