¿Qué causa la creatinina alta y los desmayos?

Los niveles altos de creatinina y los desmayos (síncope) pueden ser causados ​​por varias afecciones médicas subyacentes. Aquí hay algunas causas posibles:

- Enfermedad Renal: La creatinina alta suele ser un signo de insuficiencia renal. Cuando los riñones están dañados, no pueden filtrar eficazmente los productos de desecho de la sangre, lo que provoca una acumulación de creatinina. Esta afección, conocida como enfermedad renal crónica (ERC), puede progresar con el tiempo y provocar desmayos debido a desequilibrios de líquidos y electrolitos.

- Deshidratación: La deshidratación grave puede provocar un volumen sanguíneo bajo, lo que puede provocar una caída de la presión arterial y desmayos. La deshidratación también puede empeorar la función renal, contribuyendo a niveles elevados de creatinina.

- Problemas cardíacos: Ciertas afecciones cardíacas, como las arritmias (ritmos cardíacos anormales) o la insuficiencia cardíaca, pueden afectar el flujo sanguíneo al cerebro y provocar desmayos. Estas condiciones también pueden afectar la función renal y contribuir a niveles altos de creatinina.

- Trastornos neurológicos: Algunos trastornos neurológicos, como las convulsiones o los ataques isquémicos transitorios (AIT), pueden provocar desmayos o pérdida del conocimiento. Estas condiciones también pueden afectar la función renal y provocar niveles elevados de creatinina.

- Medicamentos: Ciertos medicamentos, como los diuréticos, los antiinflamatorios no esteroides (AINE) o los medicamentos para la presión arterial, pueden afectar la función renal y provocar niveles elevados de creatinina. Estos medicamentos también pueden contribuir a la deshidratación y a los desequilibrios electrolíticos, lo que puede provocar desmayos.

Si experimenta niveles altos de creatinina y se desmaya, es fundamental que busque atención médica inmediata. Será necesario diagnosticar y tratar la causa subyacente para prevenir complicaciones graves. Su médico puede recomendar análisis de sangre, estudios de imágenes y otras pruebas para determinar la causa específica de sus síntomas. El tratamiento puede implicar controlar la afección médica subyacente, abordar la deshidratación, corregir los desequilibrios de electrolitos y realizar cambios en el estilo de vida para mejorar la salud general.