Cómo la enfermedad renal crónica causa anemia
Existen varios mecanismos por los cuales la ERC conduce a la anemia:
Disminución de la producción de eritropoyetina: Los riñones producen una hormona llamada eritropoyetina (EPO) que estimula la médula ósea para que produzca glóbulos rojos. En la ERC, los riñones dañados producen menos EPO, lo que provoca una disminución en la producción de glóbulos rojos.
Uso deficiente del hierro: El hierro es un mineral esencial para la producción de hemoglobina, la proteína transportadora de oxígeno en los glóbulos rojos. La ERC puede afectar la absorción, el transporte y la utilización del hierro, lo que provoca deficiencia de hierro y alteración de la síntesis de hemoglobina.
Pérdida de sangre: La ERC puede causar daño a los vasos sanguíneos de los riñones, lo que provoca pérdida de sangre en la orina (hematuria). Esta pérdida crónica de sangre puede contribuir a la anemia.
Inflamación: La ERC a menudo se asocia con inflamación, que puede suprimir la capacidad de la médula ósea para producir glóbulos rojos. Las citoquinas inflamatorias liberadas en la ERC pueden interferir con la eritropoyesis, el proceso de producción de glóbulos rojos.
Otros factores: Otros factores como la desnutrición, las deficiencias de vitaminas (como la vitamina B12 y el folato) y ciertos medicamentos utilizados para tratar la ERC también pueden contribuir a la anemia.
La anemia en la ERC puede tener varias consecuencias, que incluyen fatiga, debilidad, dificultad para respirar y deterioro de la función cognitiva. También puede aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares y hospitalización. El tratamiento de la anemia en la ERC generalmente implica el uso de agentes estimulantes de la eritropoyesis (AEE) para aumentar la producción de glóbulos rojos, suplementos de hierro y el tratamiento de las causas subyacentes, como la inflamación y la pérdida de sangre.