¿Puede la hipertensión causar insuficiencia renal crónica?
Así es como la hipertensión puede contribuir a la insuficiencia renal crónica:
1. Daño glomerular :La hipertensión puede causar daño a los glomérulos, que son pequeños filtros en los riñones responsables de filtrar los productos de desecho de la sangre. Este daño puede provocar la fuga de proteínas y glóbulos rojos a la orina, una afección conocida como albuminuria o hematuria.
2. Nefroesclerosis arteriolar :La presión arterial alta también puede provocar el endurecimiento y el estrechamiento de las pequeñas arterias que suministran sangre a los riñones. Esta afección, conocida como nefroesclerosis arteriolar, reduce el flujo sanguíneo a los riñones y altera su función.
3. Fibrosis intersticial y atrofia tubular :La hipertensión prolongada puede provocar cicatrices y engrosamiento del tejido entre los túbulos de los riñones (fibrosis intersticial) y daño a los propios túbulos (atrofia tubular). Este daño puede afectar aún más la capacidad de los riñones para funcionar correctamente.
4. Crisis hipertensiva :La hipertensión grave y no controlada puede provocar una crisis hipertensiva, que es una elevación rápida y extrema de la presión arterial. Esto puede causar daños importantes a los riñones y otros órganos, incluidos el cerebro, el corazón y los ojos.
Es importante señalar que el desarrollo de insuficiencia renal crónica por hipertensión suele ser un proceso gradual que ocurre a lo largo de muchos años. Sin embargo, el riesgo de desarrollar daño renal aumenta con la gravedad y la duración de la hipertensión. Por lo tanto, la detección temprana y el control de la presión arterial alta son cruciales para prevenir la insuficiencia renal y otras complicaciones graves.