¿Cómo se diagnostica el lupus?

El lupus, una enfermedad autoinmune que causa inflamación en las articulaciones, la piel, los riñones y otros órganos, es difícil de diagnosticar debido a sus síntomas superpuestos con otras enfermedades y sus variadas manifestaciones. Sin embargo, una combinación de evaluación clínica, análisis de sangre, pruebas de imagen y biopsias ayudan a identificar y confirmar la presencia de lupus. A continuación se muestran algunos métodos de diagnóstico clave:

1. Historial médico y examen físico :

- El proveedor de atención médica recopila información sobre los síntomas, el historial médico y los antecedentes familiares del paciente.

- El examen físico busca signos de lupus, como hinchazón de las articulaciones, erupciones cutáneas, úlceras orales o anomalías renales.

2. Análisis de sangre :

- El hemograma completo (CBC) puede mostrar niveles bajos de glóbulos rojos (anemia), glóbulos blancos o plaquetas.

- Tasa de sedimentación de eritrocitos (ESR) y proteína C reactiva (PCR):los niveles elevados indican inflamación en el cuerpo.

- Anticuerpos antinucleares (ANA):la presencia de ANA es común en el lupus, aunque un ANA positivo por sí solo no confirma el lupus.

- Anticuerpos anti-ADNds:Altamente específicos del lupus, estos anticuerpos se encuentran en aproximadamente el 50% de las personas con la enfermedad.

- Otras pruebas de anticuerpos:Los anticuerpos anti-Smith (anti-Sm), anti-Ro y anti-La ayudan a identificar tipos específicos de lupus.

3. Pruebas de función renal :

- Los análisis de sangre y orina evalúan la función renal, ya que el lupus puede afectar los riñones.

4. Pruebas de imagen :

- Las radiografías, las tomografías computarizadas o las resonancias magnéticas pueden revelar daño en las articulaciones, problemas pulmonares u otra afectación de órganos.

5. Biopsia :

- En algunos casos puede ser necesaria una biopsia del tejido afectado, como piel o riñón, para confirmar el diagnóstico.

Es importante tener en cuenta que el diagnóstico del lupus a menudo implica un proceso de eliminación y seguimiento continuo, ya que los síntomas pueden aparecer y desaparecer. La colaboración entre médicos, especialistas y la interpretación adecuada de los resultados de las pruebas son cruciales para diagnosticar y controlar con precisión el lupus.