¿Qué debe demostrar una persona para que le diagnostiquen un trastorno obsesivo-compulsivo?

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es una enfermedad mental caracterizada por pensamientos intrusivos (obsesiones) y conductas repetitivas (compulsiones). Para ser diagnosticado con TOC, una persona debe cumplir con los siguientes criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5):

- Obsesiones: Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que son intrusivos y no deseados. Estos pensamientos pueden causar ansiedad o angustia significativas e interferir con el funcionamiento diario. Las obsesiones comunes incluyen el miedo a la contaminación, el miedo a hacerse daño a uno mismo o a los demás, pensamientos sexuales intrusivos y perfeccionismo.

- Compulsiones: Comportamientos repetitivos o actos mentales que una persona se siente impulsada a realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas rígidas. Estas conductas tienen como objetivo prevenir o reducir la ansiedad o la angustia o prevenir algún evento o situación temida. Las compulsiones comunes incluyen lavarse, comprobar, contar, repetir ciertas palabras o frases y acumular.

- Las obsesiones o compulsiones deben estar presentes durante al menos una hora al día y causar angustia o deterioro significativo en el funcionamiento. Los síntomas no deberían explicarse mejor por otro trastorno de salud mental, abuso de sustancias o una afección médica general.

- Los síntomas han estado presentes durante al menos seis meses.

Es importante señalar que no todas las personas que experimentan obsesiones o compulsiones cumplen los criterios para un diagnóstico de TOC. Los síntomas deben ser lo suficientemente graves como para causar angustia significativa o deterioro en el funcionamiento diario.