Riesgos para la salud de la ketamina:lo que debe saber
1. Daño al tracto urinario: La ketamina se ha relacionado con daños en el tracto urinario, particularmente en la vejiga, cuando se usa en dosis altas o durante períodos prolongados. Los síntomas pueden incluir micción frecuente, dolor al orinar y mayor urgencia para orinar.
2. Problemas renales: La ketamina también puede afectar la función renal, provocando lesión renal aguda o enfermedad renal crónica en algunas personas.
3. Toxicidad hepática: Las dosis altas o el uso crónico de ketamina pueden causar daño hepático y deterioro de la función hepática.
4. Problemas cardiovasculares: La ketamina puede provocar cambios en la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Puede provocar un ritmo cardíaco elevado, arritmias y, en casos raros, incluso ataques cardíacos.
5. Deterioro cognitivo: La ketamina puede tener efectos adversos sobre la función cognitiva, incluida la pérdida de memoria, deterioro de la capacidad de tomar decisiones y dificultades con la atención y la concentración.
6. Depresión respiratoria: Cuando la ketamina se usa en dosis altas o se combina con otras drogas depresoras, puede causar depresión respiratoria, lo que puede provocar una respiración más lenta o incluso un paro respiratorio.
7. Síntomas psicóticos: La ketamina puede desencadenar o empeorar síntomas psicóticos, como alucinaciones, delirios y paranoia, especialmente en personas con antecedentes de enfermedad mental o en aquellos que son particularmente sensibles a los efectos de la ketamina.
8. Potencial de adicción: La ketamina tiene un alto potencial de abuso y adicción. El uso frecuente o en dosis altas puede provocar dependencia física, caracterizada por síntomas de abstinencia al dejar de consumir.
9. Deterioro de la cicatrización de heridas: La ketamina puede interferir con la cicatrización de heridas, aumentando el riesgo de infecciones.
10. Riesgos durante el embarazo: El uso de ketamina durante el embarazo puede plantear riesgos para el feto, incluidas anomalías del desarrollo y un mayor riesgo de parto prematuro.
Es importante señalar que estos riesgos para la salud están asociados principalmente con el uso recreativo o el abuso de ketamina, más que con su uso bajo supervisión médica con fines terapéuticos. Cuando se usa adecuadamente bajo orientación médica, la ketamina puede ser un tratamiento seguro y beneficioso para determinadas afecciones.