¿Por qué se administra por vía oral una suspensión de carbón vegetal a las víctimas sospechosas de envenenamiento?
Propiedades de adsorción del carbón activado:
El carbón activado tiene una gran superficie y una estructura muy porosa, lo que le permite adsorber (unirse a su superficie) una amplia gama de sustancias, incluidas toxinas, drogas y metales pesados. Cuando se ingieren en forma de suspensión, las partículas de carbón se mezclan con el contenido del estómago y se unen a las sustancias tóxicas presentes.
Principio de adsorción:
La adsorción es un proceso físico en el que moléculas de gas, líquido o sustancias disueltas (adsorbatos) se adhieren a la superficie de un sólido (adsorbente). El carbón activado actúa como adsorbente y forma enlaces físicos débiles con las toxinas, impidiendo su absorción en el torrente sanguíneo.
Absorción gastrointestinal reducida:
Al unirse a las toxinas y fármacos del tracto gastrointestinal, el carbón activado reduce su absorción en la circulación sistémica. Esto previene o minimiza la distribución de sustancias tóxicas por todo el cuerpo, reduciendo sus posibles efectos nocivos en diversos órganos y sistemas.
Retraso del vaciamiento gástrico:
El carbón activado puede retrasar el vaciado gástrico, lo que proporciona un plazo más largo para que se produzca el proceso de adsorción. Esto permite que se absorban más toxinas en las partículas de carbón antes de que avancen hacia el sistema digestivo.
Eficaz en una amplia gama de intoxicaciones:
El carbón activado tiene la capacidad de adsorber un amplio espectro de sustancias, lo que lo hace útil en casos de diversas intoxicaciones, incluidas sobredosis de drogas, ciertos productos domésticos, pesticidas y algunos metales pesados.
Absorción sistémica limitada:
El carbón activado en sí se absorbe mal en el tracto gastrointestinal, lo que minimiza sus efectos sistémicos. Actúa principalmente dentro de la luz del sistema digestivo, adsorbiendo y previniendo la absorción de toxinas.
Uso en entornos de emergencia:
El carbón activado se usa comúnmente como tratamiento de primera línea para sospechas de intoxicaciones en situaciones de emergencia, particularmente cuando se desconoce el veneno específico o en ingestiones de múltiples sustancias. Proporciona un enfoque de amplio espectro para reducir la absorción de una amplia gama de toxinas potenciales.
Dosificación y administración:
El carbón activado normalmente se administra como una suspensión mezclada con agua o un líquido adecuado. La dosis y frecuencia recomendadas dependen de la situación específica y pueden ser determinadas por profesionales de la salud según la condición del paciente y la sospecha de veneno involucrado.
Es importante tener en cuenta que el carbón activado puede no ser eficaz en todos los casos de intoxicación, especialmente en el caso de sustancias que no se absorben eficazmente o no se absorben rápidamente en el tracto gastrointestinal. Además, no debe utilizarse en casos en los que exista riesgo de aspiración (inhalar el contenido del estómago hacia los pulmones) o en pacientes con determinadas afecciones subyacentes, como obstrucciones intestinales.