Herpes zóster:qué causa la erupción y cómo tratarla

El herpes zoster, también conocido como herpes zóster, se produce debido a la reactivación del virus varicela-zóster (VZV), el mismo virus que causa la varicela. Después de que una persona ha tenido varicela, el virus puede permanecer latente en las células nerviosas cercanas a la médula espinal y al cerebro durante muchos años. En determinadas personas, el virus puede volver a activarse más adelante en la vida y provocar culebrilla.

Así es como se desarrolla la erupción en el herpes zóster:

Reactivación del virus:El VZV latente puede reactivarse debido a diversos factores, como un sistema inmunológico debilitado, envejecimiento, estrés o ciertas condiciones médicas.

Propagación a lo largo de los nervios:el virus reactivado viaja a lo largo de las vías nerviosas desde la médula espinal o el cerebro hasta la piel. Por lo general, esto afecta un lado del cuerpo o una región específica, formando un patrón de erupción característico.

Inflamación y ampollas:a medida que el virus se propaga, infecta las células de la piel, provocando inflamación y la formación de pequeñas ampollas que pican. La erupción suele aparecer como una banda o raya y puede extenderse a la cara si el virus afecta los nervios de esa zona.

Hormigueo y dolor:antes de que aparezca la erupción, algunas personas pueden experimentar hormigueo, entumecimiento o sensación de ardor en el área afectada. El dolor puede variar de leve a intenso y puede persistir incluso después de que la erupción haya sanado (neuralgia posherpética).

Resolución de la erupción:la erupción por culebrilla suele durar de 2 a 4 semanas. Las ampollas se forman costras gradualmente y eventualmente desaparecen, dejando en algunos casos una decoloración temporal de la piel o cicatrices.

Factores de riesgo:Ciertos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar culebrilla, incluida la edad avanzada, un sistema inmunológico debilitado debido a afecciones médicas o medicamentos y ciertas formas de cáncer. Las personas que han tenido varicela pero no han recibido la vacuna contra el herpes zóster también corren un mayor riesgo.

Es importante tener en cuenta que el herpes zóster no es contagioso de la misma manera que la varicela. Una persona con culebrilla no puede transmitir directamente el virus a alguien que no haya tenido varicela o no haya recibido la vacuna contra la culebrilla. Sin embargo, el contacto con el líquido de las ampollas de la culebrilla puede transmitir la varicela a personas que no son inmunes.