¿Qué es el síndrome de piernas inquietas?
Síntomas
Los síntomas del SPI suelen comenzar por la tarde o la noche y pueden interferir con el sueño. También pueden ocurrir durante el día, pero generalmente son menos graves.
Los síntomas más comunes del SPI incluyen:
- Un impulso irresistible de mover las piernas.
- Sensaciones incómodas en las piernas, como hormigueo, hormigueo o dolor.
- Aumento de los síntomas al sentarse o acostarse
- Alivio temporal con movimiento.
- Empeoramiento de los síntomas con el tiempo.
Causas
Se desconoce la causa exacta del SPI, pero se cree que está relacionado con una combinación de factores genéticos y ambientales.
Algunos de los factores que pueden contribuir al SPI incluyen:
- Deficiencia de hierro :El SPI se asocia comúnmente con la deficiencia de hierro, especialmente en mujeres en edad fértil.
- Embarazo :El SPI es común durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre.
- Condiciones médicas: El SPI también puede estar asociado con ciertas afecciones médicas, como enfermedad renal, diabetes y neuropatía periférica.
- Medicamentos: Algunos medicamentos, como los antidepresivos, los antihistamínicos y los descongestionantes, pueden provocar SPI como efecto secundario.
- Historia familiar :El SPI tiende a ser hereditario, lo que sugiere un componente genético de la afección.
Tratamiento
No existe cura para el SPI, pero existe una variedad de tratamientos que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar el sueño.
Algunos de los tratamientos comunes para el SPI incluyen:
- Terapia con hierro: Los suplementos de hierro pueden ser eficaces en el tratamiento del SPI en personas con deficiencia de hierro.
- Medicamentos :Se pueden utilizar medicamentos como agonistas de la dopamina, opioides y anticonvulsivos para aliviar los síntomas del SPI.
- Cambios de estilo de vida :Ciertos cambios en el estilo de vida, como evitar la cafeína y el alcohol, hacer ejercicio con regularidad y mantener un peso saludable, pueden ayudar a mejorar los síntomas del SPI.
- Fisioterapia :La fisioterapia puede ayudar a mejorar la flexibilidad y reducir el dolor muscular en personas con SPI.