¿Por qué el virus de la influenza infecta específicamente las células del tracto respiratorio?
Especificidad del receptor: La proteína hemaglutinina (HA) del virus de la influenza se une a receptores específicos en la superficie de las células del tracto respiratorio. Estos receptores son los ácidos siálicos, que abundan en el tracto respiratorio, particularmente en la nariz, la garganta y los pulmones. La proteína HA permite que el virus se adhiera a estas células y entre en ellas, iniciando la infección.
Entorno celular: El tracto respiratorio proporciona un entorno favorable para que el virus de la influenza se replique y se propague. Las células de esta región tienen la maquinaria necesaria para respaldar la replicación viral, incluida la presencia de enzimas y otros factores necesarios para la transcripción y traducción viral.
Temperatura: La temperatura del tracto respiratorio es ideal para la replicación del virus. La temperatura ligeramente más fría en la nariz en comparación con el resto del cuerpo es óptima para que el virus de la influenza inicie la infección.
Aclaramiento mucociliar: El tracto respiratorio está constantemente expuesto a diversos patógenos y partículas del medio ambiente. Para defenderse de estas sustancias extrañas, el sistema respiratorio dispone de un mecanismo de autodefensa llamado aclaramiento mucociliar. Este proceso implica el movimiento de moco y cilios, lo que ayuda a atrapar y eliminar partículas extrañas de las vías respiratorias. Sin embargo, el virus de la influenza ha desarrollado mecanismos para evadir la eliminación mucociliar y establecer una infección exitosa dentro del tracto respiratorio.
Respuesta inmune del huésped: El tracto respiratorio está constantemente expuesto a patógenos, lo que genera frecuentes respuestas inmunitarias. El virus de la influenza ha desarrollado mecanismos para evadir o suprimir la respuesta inmune del huésped, lo que le permite persistir y replicarse dentro del tracto respiratorio.
En general, las características estructurales del virus de la influenza, el ambiente favorable del tracto respiratorio y la capacidad del virus para evadir la respuesta inmune del huésped contribuyen a la infección específica de las células del tracto respiratorio.