¿Los virus de la gripe tienen una alta tasa de mutación?

Sí, los virus de la influenza tienen una alta tasa de mutación, lo que les permite evolucionar y adaptarse rápidamente a sus huéspedes. Esto presenta un desafío para los investigadores y los funcionarios de salud pública, ya que cada temporada se necesitan nuevas vacunas contra la gripe para proteger contra las cepas circulantes más prevalentes.

Los virus de la influenza son virus de ARN y el ARN es más propenso a mutaciones que el ADN. La alta tasa de mutación de los virus de la influenza se debe principalmente a la naturaleza propensa a errores de la enzima ARN polimerasa responsable de replicar el genoma viral. Esta enzima carece de capacidad de corrección, lo que resulta en una alta frecuencia de errores introducidos durante la replicación del genoma.

El genoma viral consta de ocho segmentos de ARN monocatenario que codifican 11 proteínas esenciales para la replicación y patogenicidad viral. Las mutaciones en estos segmentos pueden afectar diversas características virales, incluida la antigenicidad, la virulencia y el rango de huéspedes. Las mutaciones antigénicas, particularmente en las proteínas hemaglutinina (HA) y neuraminidasa (NA), son de particular importancia ya que pueden provocar cambios significativos en la capacidad del virus para unirse e infectar las células huésped, lo que afecta su transmisibilidad y su potencial para causar enfermedades.

La rápida evolución genética de los virus de la influenza también está influenciada por su genoma segmentado. La recombinación de material genético entre diferentes cepas del virus de la influenza puede dar como resultado la aparición de cepas nuevas y potencialmente más virulentas. Esta reordenación genética se ve facilitada por la coinfección de las células huésped con múltiples cepas del virus de la influenza. Cuando esto ocurre, los segmentos de ARN de diferentes virus pueden combinarse para crear nuevas combinaciones de genes y proteínas, lo que da lugar a nuevas cepas virales con propiedades potencialmente alteradas.

La alta tasa de mutación de los virus de la influenza y su capacidad de recombinación genética contribuyen a la aparición continua de nuevas cepas, lo que requiere actualizaciones periódicas de las vacunas contra la influenza y plantea un desafío constante a los esfuerzos de salud pública para prevenir y controlar los brotes de influenza.