Cuando se utiliza un tratamiento de congelación en una verruga, el área alrededor de la verruga inicialmente se volverá blanca y dura, ya que el tejido objetivo ha sido sometido a temperaturas bajo cero. Durante las próximas semanas, la verruga debería oscurecerse gradualmente, a menudo formando una costra negra sobre el área tratada. A medida que el tejido tratado se desprende, la verruga se reducirá gradualmente de tamaño y eventualmente se caerá. En la mayoría de los casos, todo el proceso puede tardar varias semanas o incluso meses en completarse, dependiendo del tamaño de la verruga y de su respuesta al tratamiento. Por lo tanto, la paciencia es importante durante el período de tratamiento.