¿Cómo ayudarás a una persona herida?
1. Garantice su propia seguridad. No puedes ayudar a alguien si tú mismo estás herido. Revise la escena para detectar cualquier peligro que pueda ponerlo a usted o a la persona en riesgo, como tráfico continuo, líneas eléctricas caídas o peligros ambientales.
2. Llame a los servicios de emergencia. Si la lesión parece poner en peligro la vida o requiere atención médica inmediata, solicite ayuda de inmediato. En algunos casos, especialmente en entornos remotos o rurales, puede ser más seguro buscar ayuda de personas cercanas en lugar de esperar a que lleguen los servicios de emergencia.
3. Compruebe la capacidad de respuesta. Golpee suavemente a la persona en el hombro y grite en voz alta:"¿Estás bien?" Si la persona no responde, está inconsciente y necesita más ayuda.
4. Abra las vías respiratorias de la persona. Si la persona está inconsciente, abra sus vías respiratorias levantando suavemente la barbilla e inclinando ligeramente la cabeza hacia atrás. Esto asegura un mejor flujo de aire y evita la asfixia.
Paso 2:realizar soporte vital básico
5. Compruebe si respira. Mire, escuche y sienta la respiración normal durante no más de 10 segundos. Si la persona no respira o sólo respira con dificultad, comience a realizar respiración boca a boca.
6. Comience la respiración boca a boca. Realice dos respiraciones lentas y suaves, asegurándose de que cada respiración haga que el pecho de la persona se eleve. Aprieta la nariz de la persona y cúbrele la boca completamente con la tuya, formando un sello hermético. Realice cada respiración durante un segundo, permitiendo que el pecho retroceda entre respiraciones.
7. Continúe con la respiración boca a boca hasta que llegue la ayuda o la persona comience a respirar normalmente. La tos intermitente u otros signos de vida son indicadores positivos.
Paso 3:Controlar el sangrado intenso
8. Identificar y aplicar presión en heridas sangrantes graves. Si hay sangrado excesivo, controlarlo es fundamental. Use guantes si es posible para protegerse de los patógenos transmitidos por la sangre. Utilice un paño limpio, una gasa o sus propias manos enguantadas para aplicar presión directa sobre la herida. Eleve la parte lesionada, si es posible, para reducir el flujo sanguíneo al área.
9. Utilice torniquetes sólo como último recurso. Los torniquetes pueden ser peligrosos si se usan incorrectamente y sólo deben aplicarse en situaciones que pongan en peligro la vida y en las que no se pueda detener una hemorragia grave con presión directa. Deben aplicarse en el punto más alto de la extremidad, entre el origen del sangrado y el cuerpo.
Paso 4:Inmovilizar las fracturas
10. Inmovilizar huesos rotos. Si se sospecha de huesos rotos o fracturas, una inmovilización suave puede evitar lesiones mayores. Utilice los recursos disponibles como ropa, palos o mantas para estabilizar el área lesionada y minimizar el movimiento.
11. No intente realinear huesos fracturados o dislocados. Es mejor dejarlos como están hasta que lleguen los profesionales médicos. Una manipulación inadecuada puede causar más daño.
Paso 5:Atención al shock
12. Trate los signos de shock. El shock puede ocurrir debido a lesiones graves o pérdida de sangre. Los signos incluyen piel pálida y húmeda, pulso débil, respiración superficial y confusión. Si se sospecha un shock, acueste a la persona en posición horizontal y eleve ligeramente las piernas para mejorar el flujo sanguíneo a los órganos vitales.
13. Quédate con la persona hasta que llegue la ayuda. La tranquilidad y el mantenimiento de una comunicación abierta pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad mientras se espera que llegue la asistencia médica.
Recuerde, es importante buscar atención médica lo antes posible para todas las lesiones, especialmente aquellas que parecen graves o ponen en peligro la vida. Las medidas de primeros auxilios están destinadas a proporcionar asistencia temporal inmediata hasta que se pueda obtener ayuda profesional.