¿Cuándo no se utiliza presión directa para detener el sangrado de una herida?

Siempre se debe utilizar presión directa para detener el sangrado de una herida, a menos que:

- La herida está en el cuello o la cabeza y la presión directa podría restringir la respiración.

- La herida es causada por un objeto extraño que no se puede retirar.

- La herida sangra mucho y la presión directa no detiene el sangrado. En este caso, se puede utilizar un torniquete.