¿Anomalías autocorrectivas en odontopediatría?

Las anomalías autocorregibles en odontología pediátrica son variaciones del desarrollo que se resuelven o mejoran con el tiempo sin intervención. A continuación se muestran algunos ejemplos:

1. Transposición de dientes temporales :Esto se refiere al intercambio de posiciones entre dos dientes adyacentes, que se ve comúnmente en los caninos primarios inferiores y los primeros molares. A medida que los niños crecen, los sucesores permanentes frecuentemente se ubican en sus lugares correctos, resolviendo la discrepancia.

2. Dientes natales :Son dientes presentes al nacer o que emergen poco después. Si bien pueden ser motivo de preocupación, los dientes natales suelen estar flojos y pueden extraerse si es necesario. En otros casos pueden permanecer y funcionar como cualquier otro diente.

3. Mordida cruzada :Una mordida cruzada ocurre cuando los dientes superiores muerden dentro de los dientes inferiores. En ciertos casos, las mordidas cruzadas pueden corregirse por sí solas a medida que los niños crecen y se desarrolla su mandíbula. Esto se conoce como mordida cruzada fisiológica. Sin embargo, si la mordida cruzada persiste, podría ser necesaria una intervención de ortodoncia.

4. Diastema :Los espacios entre los dientes frontales se observan comúnmente durante la niñez a medida que la mandíbula crece y se adapta a los dientes permanentes entrantes. Estos espacios generalmente se cierran naturalmente cuando los dientes permanentes erupcionan, alineándose adecuadamente.

5. Empujar la lengua :Este hábito, en el que la lengua sobresale entre los dientes, puede afectar la alineación de los dientes en desarrollo. En los niños pequeños, empujar la lengua a menudo está relacionado con los patrones de deglución y puede disminuir a medida que dominan la deglución adecuada.

6. Mordida abierta anterior :Cuando los dientes frontales superiores e inferiores no se superponen verticalmente, se llama mordida abierta anterior. Esta condición puede corregirse por sí sola a medida que los patrones de crecimiento facial se normalizan, lo que permite una alineación adecuada de los dientes.

Es importante tener en cuenta que, si bien algunas anomalías pueden corregirse por sí solas, el seguimiento regular por parte de un dentista pediátrico es esencial para garantizar un desarrollo dental adecuado e intervenir si es necesario.