¿Se puede contraer enfermedad periodontal al besar?

La enfermedad periodontal, también conocida como enfermedad de las encías, es una infección bacteriana que afecta las encías y las estructuras de soporte de los dientes. Es causada principalmente por una mala higiene bucal, que permite que las bacterias se acumulen y formen placa en los dientes. Si bien los besos pueden transmitir bacterias, no es una forma común de contraer la enfermedad periodontal. La enfermedad no se transmite por contacto casual y requiere condiciones y factores de riesgo específicos para desarrollarse.

La enfermedad periodontal suele ser causada por una combinación de factores, que incluyen:

1. Mala higiene bucal :El cepillado y el uso de hilo dental inadecuados permiten que se acumule placa en los dientes, lo que provoca inflamación e infección de las encías.

2. Boca seca: La saliva ayuda a eliminar las bacterias y los desechos de la boca, protegiendo los dientes y las encías. Una boca seca puede reducir la producción de saliva, haciendo que la boca sea más susceptible al crecimiento bacteriano.

3. Fumar :Fumar daña el tejido de las encías y debilita la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones.

4. Diabetes :Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedad de las encías debido a una función inmune comprometida y una capacidad de curación reducida.

5. Ciertos medicamentos :Algunos medicamentos, como los anticonceptivos orales y los esteroides, pueden hacer que el tejido de las encías se vuelva más sensible y susceptible a las infecciones.

Besar puede potencialmente transmitir bacterias de una persona a otra, incluidas las bacterias que causan la enfermedad periodontal. Sin embargo, el riesgo de contraer la enfermedad a través de besos es generalmente bajo. Para que se desarrolle la enfermedad periodontal, también deben estar presentes otros factores de riesgo, como una mala higiene bucal y una función inmune comprometida.

Para prevenir la enfermedad periodontal, es fundamental mantener buenas prácticas de higiene bucal, incluido el cepillado y el uso de hilo dental con regularidad, y visitar a su dentista para controles periódicos y limpiezas profesionales.