¿Cómo se comporta la epiglotis?

Durante la deglución, la epiglotis se comporta como una solapa que se cierra sobre la abertura de la tráquea, que es el conducto que conduce a los pulmones, impidiendo que entre comida o líquido. Este movimiento es crucial ya que previene la aspiración, que puede provocar que los alimentos o líquidos entren en los pulmones y provocar complicaciones respiratorias. Así es como se comporta la epiglotis durante la deglución:

1. Posición elevada :Cuando una persona no traga activamente, la epiglotis está en una posición elevada, formando un sello sobre la tráquea. Cubre la abertura de la tráquea, de modo que cuando una persona respira, el aire puede pasar sin ningún obstáculo.

2. Desencadenante de la deglución :Cuando una persona comienza a tragar, el cerebro envía señales a los músculos asociados con la epiglotis para que se contraigan.

3. La epiglotis se pliega :A medida que los músculos se contraen, la epiglotis se pliega y cubre la entrada a la tráquea. Este movimiento crea una barrera temporal que impide que los alimentos o líquidos entren en la tráquea.

4. Pases de material ingerido :La comida o el líquido que se traga es empujado hacia el esófago, el tubo que conecta la garganta con el estómago, mediante las contracciones de los músculos de la garganta.

5. Regresa la epiglotis :Una vez que se completa la deglución, la epiglotis se relaja y vuelve a su posición elevada, permitiendo que el aire pase a través de la tráquea como de costumbre.

Este proceso asegura que la tráquea permanezca protegida y que los alimentos y líquidos se dirijan al esófago para una digestión adecuada. La coordinación de la epiglotis con otros músculos y estructuras implicadas en la deglución es un reflejo vital para prevenir la aspiración y mantener la seguridad respiratoria durante el proceso de deglución.