¿Qué causa el crujido de los nudillos?

Al hacer crujir los nudillos se forma una burbuja de gas que colapsa en el líquido sinovial dentro de las articulaciones. Este líquido actúa como lubricante y permite que los huesos se muevan suavemente uno contra el otro. Cuando haces crujir los nudillos, básicamente expulsas este líquido de la articulación, lo que le permite crear una burbuja. A medida que la burbuja pasa a través de la articulación, estalla, liberando la presión y creando el característico crujido.

El término científico para hacer crujir los nudillos es "cavitación". Cuando el líquido sinovial se desplaza rápidamente, se crea un vacío que provoca una separación entre el líquido y los gases disueltos en su interior. Esta separación forma las burbujas que eventualmente colapsan y crean el crujido.

Si bien hacer crujir los nudillos puede resultar satisfactorio e inofensivo, vale la pena señalar que un crujido excesivo o frecuente puede causar daños a las estructuras de las articulaciones, como debilitamiento de los ligamentos, inestabilidad de las articulaciones e inflamación. Por lo tanto, generalmente se recomienda evitar el hábito de hacer crujir los nudillos, especialmente si comienza a causar dolor o malestar.