¿Una resonancia magnética afecta los conductos radiculares?
Los conductos radiculares son procedimientos dentales que se realizan para tratar la pulpa infectada o dañada, que es el tejido blando dentro del diente. Durante una endodoncia, se extrae la pulpa, se limpia, se le da forma y se rellena el espacio del conducto radicular para sellar el diente y prevenir una mayor infección.
Las resonancias magnéticas se utilizan comúnmente con fines de diagnóstico en diversas partes del cuerpo, incluida la región de la cabeza y el cuello. Proporcionan información valiosa sobre las estructuras y tejidos dentro de estas áreas, incluidos la mandíbula y los dientes. Sin embargo, las resonancias magnéticas no se dirigen específicamente ni tienen un impacto directo en los conductos radiculares.
Si bien una resonancia magnética puede capturar imágenes de los dientes, incluidos aquellos que se han sometido a un tratamiento de conducto, no afecta la integridad ni la eficacia del conducto radicular en sí. El proceso de resonancia magnética no altera los materiales utilizados en los empastes del conducto radicular ni causa ningún daño al diente.
Es importante tener en cuenta que las personas con ciertos tipos de implantes dentales o restauraciones metálicas pueden experimentar algunas molestias o sensaciones durante una resonancia magnética debido a los fuertes campos magnéticos involucrados. Sin embargo, estos efectos son temporales y no suponen ningún riesgo para el tratamiento de conducto ni para la salud general de los dientes.