En casos raros, un diente con absceso puede volverse fatal si la infección llega al torrente sanguíneo y viaja al corazón. Esta condición potencialmente fatal, aunque bastante poco común, se conoce como endocarditis infecciosa. Sin embargo, un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado pueden prevenir eficazmente tales complicaciones y minimizar los riesgos graves asociados con las infecciones dentales.