¿Por qué huelen los cálculos en las amígdalas?
Los cálculos amigdalares están compuestos de bacterias, restos de comida y células muertas que se acumulan en las grietas de las amígdalas. Las bacterias descomponen las proteínas dentro de las piedras, liberando compuestos volátiles de azufre que producen un mal olor. Este olor es similar al de los huevos podridos o la basura y puede resultar bastante desagradable. Además, los cálculos de amígdalas pueden albergar una variedad de otras especies bacterianas, algunas de las cuales producen productos de desecho metabólicos que contribuyen aún más al mal olor. La mala higiene bucal, el tabaquismo y ciertas afecciones médicas pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos en las amígdalas y exacerbar el olor asociado.