¿Por qué la tráquea permanece abierta en todo momento?

La tráquea, también conocida como tráquea, desempeña un papel vital en el sistema respiratorio al permitir que el aire pase entre los pulmones y el ambiente exterior. Permanece abierto en todo momento para facilitar la respiración continua y mantener un suministro constante de oxígeno al cuerpo. Varios factores anatómicos y fisiológicos contribuyen a mantener abierta la tráquea:

Anillos cartilaginosos: La tráquea está compuesta por una serie de anillos cartilaginosos en forma de C apilados uno sobre otro. Estos anillos están incompletos en la parte posterior y están conectados por tejidos conectivos flexibles, formando una estructura flexible pero rígida. La rigidez proporcionada por estos anillos cartilaginosos evita que la tráquea colapse y asegura que permanezca constantemente abierta, permitiendo un flujo de aire ininterrumpido.

Músculo liso: La tráquea está revestida por un músculo liso conocido como músculo traqueal. Este músculo ayuda a mantener el diámetro de la tráquea controlando su dilatación y contracción. En condiciones normales, el músculo traqueal está relajado, lo que permite que la tráquea permanezca abierta.

Presión intratorácica negativa: La presión dentro de la cavidad torácica, conocida como presión intratorácica, es ligeramente negativa en comparación con la presión atmosférica exterior. Esta presión negativa ejerce un efecto de succión sobre la tráquea, ayudando a mantenerla abierta. Durante la inspiración, el diafragma y los músculos intercostales se contraen, aumentando aún más la presión intratorácica negativa y promoviendo el flujo de aire hacia los pulmones.

Acción ciliar: La tráquea está revestida por epitelio columnar pseudoestratificado ciliado. Estas células están cubiertas por pequeñas proyecciones parecidas a pelos llamadas cilios, que golpean de manera coordinada hacia la garganta (faringe). Este movimiento ciliar ayuda a impulsar la mucosidad y las partículas extrañas atrapadas en la tráquea hacia la garganta, donde se pueden toser o tragar. El movimiento continuo de los cilios contribuye a mantener las vías respiratorias despejadas y abiertas.

Tensioactivo: El revestimiento interno de la tráquea también produce una sustancia llamada surfactante. El surfactante es una mezcla compleja de lípidos y proteínas que ayuda a reducir la tensión superficial en la interfaz aire-líquido dentro de la tráquea. Al reducir la tensión superficial, el surfactante evita que las vías respiratorias pequeñas colapsen y promueve la estabilidad y permeabilidad de la tráquea.

En resumen, la permeabilidad constante de la tráquea está asegurada por el soporte estructural de los anillos cartilaginosos, el tono del músculo traqueal, la presión intratorácica negativa, la acción ciliar y la presencia de surfactante. Estos factores trabajan juntos para mantener las vías respiratorias abiertas y facilitar el flujo continuo de aire durante la respiración.