Se cree que el término "enfermo de los dientes posteriores" se originó en el siglo XIX. Se utilizaba principalmente para describir un grado severo o intenso de molestia, frustración o disgusto hacia alguien o algo. La frase compara los sentimientos de disgusto extremo con una sensación física en la que uno siente náuseas e incomodidad por algo que ha consumido.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los orígenes exactos del término no están documentados con precisión y puede haber otras teorías o explicaciones para su desarrollo y uso.