Generalmente se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de modificar su ingesta de ácido fólico, ya que puede brindarle asesoramiento personalizado según sus necesidades y circunstancias individuales. Sin embargo, a menudo se sugiere que los adultos sanos consuman 400 microgramos de ácido fólico por día. Esta cantidad se puede obtener a través de una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en folato como cereales fortificados, nueces, frijoles, legumbres, frutas y verduras de color verde oscuro. Si cree que puede tener una ingesta insuficiente o una necesidad específica de dosis más altas, es fundamental hablar con un médico o un dietista registrado para recibir orientación personalizada. La ingesta excesiva de ácido fólico sin el control de un profesional de la salud puede provocar efectos adversos.