Los bebés que nacen a las 31 semanas de gestación tienen buenas posibilidades de sobrevivir. Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), la tasa de supervivencia de los bebés nacidos a las 31 semanas es aproximadamente del 95%. Sin embargo, estos bebés aún pueden enfrentar algunos desafíos de salud, como problemas respiratorios, dificultades para alimentarse y un mayor riesgo de infección. También pueden necesitar atención y apoyo médicos especializados, como permanecer en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) del hospital.