Las náuseas son un síntoma común al comienzo del embarazo, por lo que es normal sentirse mal incluso si no ha estado vomitando. Sin embargo, los vómitos intensos o persistentes, conocidos como hiperemesis gravídica, pueden provocar deshidratación y desequilibrio electrolítico, lo que puede ser perjudicial para usted y su bebé. Por eso, es fundamental mantenerse hidratado y consultar con su médico. Le brindarán orientación sobre cómo controlar las náuseas y los vómitos durante el embarazo.