Sí, normalmente es demasiado pronto para hacerse una prueba de embarazo si fue hace sólo 2 o 3 semanas. Las pruebas de embarazo funcionan detectando la presencia de gonadotropina coriónica humana (hCG) en la orina o la sangre. La hCG es una hormona producida por la placenta después de que el óvulo fertilizado se implanta en el útero. Por lo general, pasan varios días después de la implantación para que los niveles de hCG sean lo suficientemente altos como para ser detectados por una prueba de embarazo. La mayoría de las pruebas de embarazo no son lo suficientemente sensibles para detectar los niveles de hCG hasta al menos 10 a 14 días después de la ovulación. Esto significa que si te hiciste una prueba de embarazo hace 2 o 3 semanas, es probable que el resultado de la prueba sea negativo, incluso si realmente estás embarazada.
Si le preocupa estar embarazada, se recomienda esperar hasta al menos 10-14 días después de la ovulación o hacerse un análisis de sangre, que podría ser más sensible que una prueba de embarazo. También puede consultar con su médico o farmacéutico para determinar el mejor momento para realizar una prueba de embarazo.