Si su piel generalmente se rompe durante el período y la ovulación, ¿la ruptura sería peor si estuviera embarazada que durante el período?

Las fluctuaciones hormonales durante la menstruación y la ovulación pueden provocar brotes en la piel. Sin embargo, durante el embarazo se produce un aumento significativo de los niveles hormonales, especialmente de estrógeno y progesterona. Estas hormonas pueden estimular las glándulas sebáceas para que produzcan más grasa, lo que provoca la obstrucción de los poros y los brotes.

Además, durante el embarazo, el cuerpo produce una hormona llamada relaxina, que relaja los músculos y ligamentos en preparación para el parto. Esta relajación también puede afectar la piel, haciéndola más propensa a sufrir brotes.

Además, los cambios en la dieta, los patrones de sueño y los niveles de estrés durante el embarazo también pueden contribuir a los brotes en la piel.

Por lo tanto, generalmente se observa que los brotes de piel pueden ser más graves durante el embarazo en comparación con los ciclos menstruales regulares. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la piel de cada persona reacciona de manera diferente a los cambios hormonales y algunas personas pueden experimentar brotes mínimos o nulos durante el embarazo.