Los calambres pueden ser parte del embarazo, especialmente durante el primer trimestre. Es importante tener en cuenta que no todas las personas experimentan calambres durante el embarazo y que la intensidad y frecuencia de los calambres pueden variar de persona a persona. Los calambres leves, similares a los calambres menstruales, a menudo se consideran normales durante las primeras etapas del embarazo y generalmente son causados por el crecimiento del útero y el estiramiento de los ligamentos que lo rodean. Sin embargo, los calambres intensos o persistentes, especialmente si van acompañados de otros síntomas como sangrado vaginal o fiebre, deben consultarse de inmediato con un proveedor de atención médica para descartar posibles complicaciones.