Por lo general, no se puede detectar un feto en una exploración entre las 4 y 5 semanas. A las 4 semanas de embarazo, el embrión es todavía muy pequeño, del tamaño de una semilla de amapola. Está rodeado por un saco lleno de líquido, llamado saco amniótico. El embrión se encuentra en la parte superior del útero. A las 5 semanas de embarazo, el embrión ha crecido aproximadamente hasta alcanzar el tamaño de una semilla de sésamo. El embrión está empezando a desarrollar sus órganos principales. Tiene corazón, cerebro y médula espinal. El embrión también está empezando a desarrollar sus extremidades. Sin embargo, en esta etapa del embarazo, el embrión aún es muy pequeño y difícil de detectar mediante una exploración. Una ecografía transvaginal, que utiliza una sonda insertada en la vagina, puede detectar el saco gestacional y posiblemente un saco vitelino en esta etapa.