La experimentación es una parte normal del crecimiento. Puede incluir la exploración de muchas cosas, como sentimientos sexuales y atracción romántica, así como comportamientos riesgosos como el uso de sustancias y el sexo sin protección. Es importante que los padres y otros adultos de confianza hablen con los niños de 13 años sobre estos temas de manera comprensiva y sin prejuicios. Esto puede ayudarlos a tomar decisiones saludables y reducir los riesgos asociados con la experimentación.