Cómo ayudar a su hijo a evitar enfermedades
Lave sus manos y las de su hijo con frecuencia. Esta es una de las cosas más importantes que puede hacer para prevenir la propagación de gérmenes. Enséñele a su hijo a lavarse las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de ir al baño, antes de comer y después de jugar al aire libre.
Cúbrete la boca y la nariz al toser o estornudar. Esto ayudará a prevenir la propagación de gérmenes a través del aire. Enséñele a su hijo a toser o estornudar en el codo o en un pañuelo desechable.
Evita tocarte la cara. Los gérmenes pueden ingresar a su cuerpo a través de los ojos, la nariz y la boca. Enséñele a su hijo a evitar tocarse la cara, especialmente los ojos, la nariz y la boca.
Vacúnate. Las vacunas son una de las formas más eficaces de proteger a su hijo de enfermedades graves. Asegúrese de que su hijo esté al día con todas sus vacunas.
Lleve una dieta saludable. Una dieta saludable puede ayudar a estimular el sistema inmunológico de su hijo y hacer que sea menos probable que se enferme. Anime a su hijo a comer muchas frutas, verduras y cereales integrales.
Duerme lo suficiente. Los niños necesitan dormir mucho para mantenerse sanos. Asegúrese de que su hijo duerma la cantidad recomendada cada noche.
Evite el humo de segunda mano. El humo de segunda mano puede dañar los pulmones de su hijo y aumentar sus probabilidades de enfermarse. Proteja a su hijo del humo de segunda mano no fumando y evitando los lugares donde se permite fumar.
Mantenga limpio el entorno de su hijo. Los gérmenes pueden prosperar en ambientes sucios. Mantenga limpio el entorno de su hijo limpiando las superficies con desinfectante, pasando la aspiradora con regularidad y lavando la ropa de cama y la ropa de su hijo con agua caliente.
Si sigue estos consejos, podrá ayudar a su hijo a evitar enfermarse y mantenerse saludable.