¿Qué pasó en el Hospital Leonard de Troy, Nueva York?
El Dr. Albert Vander Veer era el cirujano principal en ese momento, un cirujano respetado y experimentado. Fue el primero en realizar una apendicectomía en la región del Valle del Hudson en Nueva York. Sin embargo, cometió un error crítico de juicio durante una serie de cirugías de estómago que tuvieron consecuencias desastrosas.
El Dr. Vander Veer utilizó suturas de seda para cerrar las heridas de los pacientes. Estas suturas fueron producidas por una empresa local llamada Van Rensselaer Island Silk Manufacturing Company. Lamentablemente, el proceso utilizado por la empresa para esterilizar las suturas no resultó eficaz contra la bacteria del tétanos.
Como resultado, 23 pacientes que se sometieron a cirugías contrajeron la infección por tétanos y murieron a los pocos días. La infección provocó un dolor insoportable, rigidez muscular, espasmos y dificultad para tragar. A pesar de la atención médica inmediata y los esfuerzos de los médicos, incluido el Dr. Vander Veer, en ese momento no se conocía ninguna cura ni tratamiento eficaz disponible para el tétanos.
Tras el desastre, hubo indignación pública, investigaciones y una amplia cobertura mediática. El Dr. Vander Veer y el hospital enfrentaron el escrutinio y la crítica públicos, y la comunidad de Troy quedó profundamente afectada. El incidente sacó a la luz la importancia de los procedimientos de esterilización adecuados en entornos médicos y la necesidad de normas de seguridad más rigurosas.
El desastre del Hospital Leonard provocó cambios significativos en las prácticas quirúrgicas, los procedimientos de esterilización y los protocolos de seguridad del paciente en los hospitales de todo el país. Ayudó a dar forma a los estándares médicos modernos y enfatizó la importancia crítica de la prevención y el control de infecciones en entornos quirúrgicos.