¿Por qué desconectar el ventilador?
1. Función respiratoria mejorada: A medida que mejora la condición médica subyacente de un paciente, también puede mejorar su capacidad para respirar por sí solo. Esto significa que es posible que ya no necesiten el nivel total de soporte que brinda el ventilador.
2. Reducción del riesgo de complicaciones: El uso prolongado de un ventilador puede provocar complicaciones como neumonía asociada al ventilador (NAV), debilidad muscular y rotura de la piel. Quitar al paciente del ventilador tan pronto como sea seguro hacerlo puede ayudar a reducir el riesgo de estas complicaciones.
3. Mayor comodidad y autonomía del paciente: Estar conectado a un ventilador puede resultar incómodo y restrictivo para los pacientes. Quitarles el ventilador puede permitirles recuperar su independencia y movilidad.
4. Preparación para el alta: Dejar de usar el ventilador es un paso importante en la preparación de un paciente para el alta del hospital. Una vez que puedan respirar cómoda y eficazmente sin el ventilador, podrán estar listos para irse a casa.
El proceso de retirada del ventilador es gradual y se adapta a las necesidades de cada paciente individual. El equipo de atención médica controlará de cerca el estado respiratorio, los signos vitales y los niveles de oxígeno del paciente para garantizar que estén seguros y estables durante el proceso de destete.