¿Qué es la discriminación en el ámbito de la atención sanitaria y social?

La discriminación en entornos de atención sanitaria y social se produce cuando personas o grupos reciben un trato diferente o se les niegan oportunidades en función de atributos o identidades específicas. Surge cuando las personas están sujetas a un trato injusto, prejuicios o acceso desigual a la atención y los servicios debido a su raza, género, edad, discapacidad, orientación sexual, creencias u otras características protegidas.

A continuación se muestran algunos ejemplos de discriminación en entornos de atención sanitaria y social:

1. A un paciente se le niega el acceso al tratamiento por su raza u origen étnico, lo que provoca un retraso en el diagnóstico o una atención inadecuada.

2. Un profesional de la salud ofrece un trato preferencial a los pacientes más jóvenes sobre los pacientes mayores, lo que resulta en tiempos de espera más largos para los servicios esenciales.

3. Una persona con discapacidad experimenta barreras para acceder a los centros de atención médica debido a la falta de modificaciones de accesibilidad, lo que lleva a opciones de tratamiento limitadas.

4. Un proveedor de atención hace suposiciones sobre las creencias y valores culturales de un paciente, sin tener en cuenta sus preferencias para los cuidados al final de la vida.

5. Un trabajador de atención social discrimina a un cliente por su orientación sexual, lo que afecta la calidad de la atención y el apoyo que recibe.

La discriminación en los entornos de atención sanitaria y social no sólo es injusta y poco ética, sino que también tiene graves consecuencias para el bienestar de las personas y el acceso equitativo a la atención. Abordar y eliminar la discriminación requiere crear un entorno inclusivo, educar al personal y a los profesionales, implementar políticas y procedimientos contra la discriminación y fomentar una cultura de respeto y empatía hacia todas las personas que buscan atención.