¿Qué significa tener el deber de diligencia para una organización donante?

El deber de diligencia es una obligación legal y moral que tienen las organizaciones de actuar razonablemente para proteger la seguridad y el bienestar de las personas o entidades afectadas por sus actividades. En el contexto de las organizaciones donantes, este deber de diligencia se extiende a varios aspectos de sus operaciones e interacciones, que incluyen:

1. Información y privacidad del donante :

- Recopilar, almacenar y manejar la información de los donantes de manera responsable, garantizando su seguridad y confidencialidad.

- Obtener el consentimiento explícito de los donantes con respecto al uso de su información personal y proporcionar políticas de privacidad claras.

- Proteger los datos de los donantes contra el acceso no autorizado, la divulgación o el uso indebido.

2. Gestión financiera y rendición de cuentas :

- Implementar sistemas y controles financieros sólidos para garantizar el manejo adecuado de los fondos donados.

- Proporcionar a los donantes informes financieros transparentes y precisos, incluidos detalles sobre cómo se utilizan sus donaciones.

- Revisar y auditar periódicamente las prácticas financieras para identificar y abordar cualquier riesgo potencial.

3. Prácticas éticas de recaudación de fondos :

- Evitar prácticas engañosas, engañosas o coercitivas al solicitar donaciones a particulares.

- Divulgar cualquier información relevante o posibles conflictos de intereses a los donantes.

- Asegurar que los esfuerzos de recaudación de fondos se alineen con la misión y los valores de la organización.

4. Implementación y seguimiento del programa :

- Establecer y seguir procedimientos sólidos de implementación de programas para garantizar que las donaciones se utilicen de manera efectiva para los fines previstos.

- Seguimiento y evaluación periódica de los programas para valorar su impacto, eficacia y cumplimiento de los objetivos planteados.

- Abordar y rectificar adecuadamente cualquier deficiencia o inquietud identificada en el programa.

5. Derechos y bienestar del beneficiario :

- Respetar los derechos, la dignidad y el bienestar de las personas y comunidades atendidas por la organización.

- Asegurar que los recursos donados se utilicen para beneficiar a los beneficiarios previstos y avanzar en la misión social de la organización.

- Adoptar medidas de salvaguardia adecuadas para proteger a los beneficiarios de daños, abusos o explotación.

6. Gobernanza y supervisión :

- Mantener una estructura de gobierno que funcione bien, con roles, responsabilidades y obligaciones claras para los miembros de la junta directiva y la gerencia.

- Establecer fuertes controles internos para prevenir el fraude, la corrupción y el mal uso de fondos.

- Garantizar revisiones o auditorías independientes periódicas para evaluar el cumplimiento de las normas del deber de diligencia.

7. Asociación y colaboración :

- Ejercer la debida diligencia en la selección de socios y colaboradores, considerando su trayectoria, reputación y alineación con la misión de la organización.

- Establecer acuerdos claros y mecanismos de seguimiento para garantizar que los socios cumplan sus responsabilidades de forma ética y eficaz.

8. Abordar quejas e inquietudes :

- Establecer un mecanismo de gestión de quejas transparente y accesible para personas o entidades afectadas por la organización.

- Investigar y abordar con prontitud cualquier inquietud planteada, tomando las medidas correctivas adecuadas según sea necesario.

9. Mejora Continua :

- Revisar y actualizar periódicamente las políticas y procedimientos para garantizar que se alineen con las regulaciones en evolución, las mejores prácticas y las expectativas de la sociedad.

- Promover una cultura de mejora continua y adoptar lecciones aprendidas de experiencias pasadas.

Al cumplir con el deber de diligencia, las organizaciones donantes demuestran su compromiso con la gestión responsable, la transparencia y el comportamiento ético, lo que genera confianza entre los donantes, los beneficiarios y otras partes interesadas. También ayuda a las organizaciones a mitigar los riesgos legales y de reputación y mejora su credibilidad y eficacia generales.