Los registros médicos son propiedad del paciente, no del médico. Sin embargo, cuando un médico muere, su familia o el personal de su consultorio pueden comunicarse con la junta médica estatal para consultar sobre la disposición de los registros médicos. Dependiendo de la ley estatal, la junta médica puede tener un proceso para que los pacientes recuperen sus registros médicos de los registros del médico fallecido o puede recomendar una organización externa que pueda ayudar con este proceso. Es crucial que los pacientes, al enterarse del fallecimiento de su médico, inicien el procedimiento para acceder o mover sus registros médicos de manera adecuada para garantizar la continuidad de la atención.