Esta es una idea errónea. Por lo general, a las enfermeras se les permite tener uñas artificiales, siempre que cumplan con ciertas pautas para mantener un ambiente limpio y seguro para los pacientes. Algunas instalaciones pueden tener políticas específicas con respecto a la longitud, la forma y el material de las uñas artificiales, pero en general están permitidas siempre que no interfieran con la capacidad de la enfermera para realizar sus tareas de manera efectiva.