¿Qué preocupaciones deben identificarse en el plan de atención acordado antes de realizar la atención del área de presión?
1. Evaluación del paciente :Antes de comenzar cualquier cuidado, es fundamental evaluar el estado del paciente y la integridad de la piel. Esto implica buscar úlceras por presión preexistentes, áreas con enrojecimiento o rotura de la piel y evaluar factores de riesgo como inmovilidad, incontinencia o mala nutrición.
2. Dispositivos de alivio de presión: Determine qué superficies de apoyo, como colchones o protectores para aliviar la presión, se necesitan para controlar la presión y evitar futuras lesiones de la piel. Asegúrese de que el equipo adecuado sea accesible y funcione correctamente.
3. Horario de giro :Establecer un plan de giros y reposicionamientos adecuado al estado y grado de movilidad del paciente. Para redistribuir la presión es importante cambiar de posición periódicamente, lo que puede hacerse cada dos horas o con mayor frecuencia si es necesario.
4. Cuidado de la piel :Es fundamental mantener la piel limpia e hidratada para evitar sequedad y daños. Determine las necesidades únicas de cuidado de la piel que pueda tener el paciente y utilice vendajes o apósitos para aliviar la presión según sea necesario.
5. Estado nutricional :Examinar el historial nutricional del paciente para determinar si su ingesta de alimentos es suficiente y si está recibiendo los nutrientes necesarios para favorecer la regeneración y reparación de la piel.
6. Revisión de medicamentos: Compruebe si el medicamento o el tratamiento del paciente podrían tener un impacto en la cicatrización de la herida. Algunos medicamentos, como los esteroides, pueden retrasar la curación.
7. Manejo de la incontinencia: En el caso de pacientes con incontinencia, asegúrese de cambiar los productos de continencia con regularidad y de limpiar la piel con frecuencia para evitar daños cutáneos asociados con la humedad.
8. Control de infecciones :Las llagas por presión son especialmente propensas a infectarse. Siga rigurosos procedimientos de higiene para evitar infecciones y controle los indicadores de las mismas.
9. Educación del paciente: Involucrar al paciente y a sus cuidadores en el plan de cuidado de la piel y prevención del área de presión. Es fundamental que comprendan su papel en la prevención o el tratamiento de las úlceras por presión.
10. Documentación: Lleve un registro de todos los esfuerzos, observaciones e intervenciones para el cuidado de la presión. La documentación precisa ayuda a monitorear la eficacia y el progreso de la estrategia de atención.
Al identificar y atender estos problemas, se puede diseñar una estrategia completa de atención que minimice el riesgo de áreas de presión, fomente una piel sana y acelere la curación de las úlceras por presión actuales.