Los humanos no tenemos piel impermeable. Nuestra piel es semipermeable, lo que significa que sólo algunas moléculas de agua pueden atravesarla. Por este motivo, podemos mojarnos al exponernos al agua. El agua también puede atravesar nuestra piel a través de la sudoración y la evaporación. Los humanos tienen una capa de aceites en la piel que puede formar una barrera contra el agua durante cortos períodos de tiempo, pero no es un sello perfecto.