¿Por qué los desechos humanos cambian de color?

Los desechos humanos cambian de color debido a diversos procesos fisiológicos y factores dietéticos. Aquí hay algunas razones por las que el color de los desechos humanos puede variar:

1. Bilirrubina: La bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce cuando los glóbulos rojos se descomponen. Aporta a las heces su característico color marrón. Si hay una interrupción en la producción, almacenamiento o excreción de bilirrubina, el color de las heces puede cambiar. Por ejemplo, en afecciones como ictericia o enfermedad hepática, la reducción de la excreción de bilirrubina puede provocar heces pálidas o de color arcilla.

2. Dieta: Los alimentos que consumimos también pueden influir en el color de nuestros residuos. Por ejemplo, comer mucha carne roja puede oscurecer las heces debido a la presencia de hemo, el pigmento que contiene hierro en los glóbulos rojos. Por el contrario, una dieta rica en frutas y verduras puede producir heces verdosas o amarillentas.

3. Bacterias intestinales: El microbioma intestinal influye en el color de las heces. Ciertos tipos de bacterias intestinales producen enzimas que descomponen los alimentos y los pigmentos, alterando el color de los desechos. Los cambios en la flora intestinal, como durante el tratamiento con antibióticos o el malestar estomacal, pueden afectar el color de las heces.

4. Medicamentos: Algunos medicamentos, como los suplementos de hierro, pueden hacer que las heces tengan un aspecto oscuro o negro debido a la presencia de hierro. Los antibióticos también pueden alterar el color de las heces al alterar la flora intestinal.

5. Condiciones médicas subyacentes: Ciertas enfermedades y afecciones gastrointestinales pueden afectar el color de las heces. Por ejemplo, en afecciones como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o la hemorragia gastrointestinal, la presencia de sangre en las heces puede hacer que tengan un aspecto rojo, negro o alquitranado.

Es importante tener en cuenta que el color de las heces puede variar de persona a persona y puede cambiar de vez en cuando. Los cambios significativos o persistentes en el color de las heces, especialmente si van acompañados de otros síntomas, deben comunicarse a un profesional de la salud para descartar cualquier afección médica subyacente.