¿Cómo la nicotina puede dañar el corazón?

La nicotina puede dañar el corazón de varias maneras:

- Aumento de la frecuencia cardíaca:la nicotina hace que la frecuencia cardíaca aumente, lo que puede ejercer presión sobre el corazón y aumentar el riesgo de desarrollar arritmias (ritmos cardíacos anormales).

- Aumento de la presión arterial:La nicotina puede provocar un aumento temporal de la presión arterial. Con el tiempo, esto puede dañar los vasos sanguíneos y provocar presión arterial alta (hipertensión), que es un importante factor de riesgo de enfermedad cardíaca.

- Aterosclerosis:La nicotina contribuye al desarrollo de la aterosclerosis, una enfermedad en la que se acumula placa en las arterias, estrechándolas y restringiendo el flujo sanguíneo. Esto puede provocar un ataque cardíaco, un derrame cerebral y una enfermedad arterial periférica.

- Aumento de la inflamación:La nicotina aumenta la inflamación en todo el cuerpo, incluido el corazón. La inflamación crónica es un factor de riesgo de enfermedad cardíaca.

- Coagulación sanguínea alterada:la nicotina afecta la forma en que coagula la sangre, aumentando la probabilidad de que se formen coágulos. Esto puede aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco y un derrame cerebral.

- Daño a las células del músculo cardíaco:la nicotina puede dañar directamente las células del músculo cardíaco, provocando una afección llamada miocardiopatía. La miocardiopatía puede debilitar el corazón y hacerlo menos capaz de bombear sangre con eficacia.

- Reducción del suministro de oxígeno al corazón:la nicotina hace que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que reduce la cantidad de sangre rica en oxígeno que llega al corazón. Esto puede provocar dolor en el pecho (angina) y, en casos graves, un ataque cardíaco.

La combinación de estos efectos puede aumentar significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.