Si bien existe la posibilidad de transmisión de infecciones a través de fluidos corporales, es muy poco probable contraer una enfermedad al fumar un porro liado por alguien que está enfermo. El calor generado al fumar probablemente destruiría la mayoría de las bacterias y virus. No obstante, en general es aconsejable evitar compartir sustancias como cigarrillos, porros o porros con otras personas para minimizar cualquier riesgo potencial para la salud.